Seyunchwi Sabiduría Kogui y Arhuaca

Foto: Archivo Particular. Patricia Chaparro estudió arte en Italia y Francia. “La Sierra Nevada, en mi vida, ha estado presente por completo”. Así, contundente, es el amor que la artista plástica Patricia Chaparro profesa por ese “lugar sagrado” para la humanidad –como ella lo define–, que además fue su fuente de inspiración para la muestra ‘Seyunchwi’, que acaba de inaugurar en la naciente galería Lamazone, en pleno corazón de Chapinero alto, en Bogotá.

Son muchos los sentimientos que esta muestra en particular generan en la artista. Primero, porque con más de 30 años de experiencia artística y más de 20 muestras individuales y colectivas en el exterior, esta es la primera vez que Chaparro expone en su país natal. Pero, además, porque cumple el sueño de rendirle tributo a las culturas kogui y arhuaca, que lleva en su corazón.

En 26 obras pictóricas, en diversos formatos, la artista plasma la cotidianidad de estas culturas con sus bohíos y sus rituales, en técnica mixta de acrílico, lápiz y tinta china, entre otros materiales, sobre lienzo y papel.

“El título quiere decir ‘volver a mirar’ en ‘sen’. Y es explícito con ‘s’ porque este ‘sen’, para los indígenas de la Sierra, es el respeto por los elementos, por el viento, por los ríos, los árboles. Entonces, ellos dicen que los hermanitos menores, que somos nosotros, no hemos aprendido el ‘sen’, por consentidos”, dice Chaparro.

A través de su trabajo, ella también alerta por la conservación del medio ambiente. De hecho, parte de lo que se reúna con la exposición estará destinado a la Fundación ProSierra.

La primera vez que la artista subió a esta formación montañosa fue a finales de la década de los setenta, cuando el mundo acababa de tener noticia de la existencia de Ciudad Perdida. Ella se unió a un grupo de arqueólogos y arquitectos, entre otros, guiados por el exministro Juan Mayr.

“Pero cuando llegamos al primer vestigio tayrona, que es el Alto de Mira, la mayoría se fue para Ciudad Perdida y yo preferí ir a donde los indígenas. Cuando conocí al primer indígena kogui y su cultura, no podía creer que tanta belleza existiera en mi país. Ahí empezó mi pasión por ellos”, dice la artista, que ha subido luego a este lugar por Valledupar, por Fundación y por el río Don Diego.

Dos culturas

Luego de esa primera experiencia, Chaparro se radicó en Bali (Indonesia) durante nueve años y posteriormente en Asheville (EE. UU.), donde vive hoy. Esa influencia de oriente y su amor por el budismo están presentes también en esta obra, como ella lo explica.

“La exposición comenzó desde mucho antes, cuando empecé a hacer una serie, inspirada en los budistas tibetanos, y me di cuenta de que estos tienen mucha relación con los mamos. El mensaje de nuestros indígenas es el amor por el planeta, que está en consonancia con la compasión, el respeto y la armonía budista”, explica.

De allí que la paleta de colores que usa, de tonalidades tierra, grisáceas y blancas, además de aludir a las vestimentas de los kogui y arhuacos, remita al observador, por momentos, a los paisajes de niebla, similares a los del Himalaya.

¿Dónde y cuándo?

Hasta el 22 de marzo, en la carrera 3A No. 63-58. Lunes a viernes de 11 a.m. a 6:30 p.m. Sábados, con cita previa, en el teléfono 321-450 0170.

By: eltiempo.com