El desierto del Mojave, en California, se convirtió en uno de los hábitats preferidos por este tipo de tortugas. (Imagen cortesía del National Park Service de EE.UU.). La idea del ejército era expandir la base para poder organizar una misión especial de formación y entrenamiento con tanques y armamento pesado durante todo el mes de agosto.
Organizaciones medioambientales criticaron el plan del ejército por considerar que ponía en riesgo a las tortugas. También ayudó a la cancelación del proyecto la demanda que interpuso el Centro para la Diversidad Biológica, que expresó su preocupación por el impacto que el traslado podía tener sobre estos animales ya de por sí vulnerables.
Las tortugas del desierto adultas pueden llegar a pesar casi 7kg y miden unos 25 centímetros de largo, aunque algunas pueden superar los 35cm. Pasan la mayor parte de su vida escondidas bajo hoyos, de los que salen para comer y aparearse.
En las últimas décadas, el número de ejemplares disminuyó hasta el punto que las organizaciones conservacionistas dieron la voz de alarma y en 1990, el Servicio de EE.UU. de Pesca y Fauna Silvestre (USFWS, por sus siglas en inglés) añadió el animal a la lista de especies amenazadas.
Esta calificación oficial obliga a las agencias federales a trabajar en conjunto para estabilizar la población del animal amenazado. “En las últimas tres décadas, hemos perdido hasta un 90% de la población de tortugas del desierto”, le dice a BBC Mundo Debra Hughson, jefa de la oficina de Ciencias y Recursos en la Reserva Nacional del Mojave.
Hughson explica que la especie está amenazada por una combinación de factores y cita:
La sobrepoblación de cuervos
Los atropellos o golpes de autos
La presencia de depredadores como coyotes, zorros, o incluso perros abandonados
Enfermedades respiratorias
Plantas invasoras que producen problemas de nutrición
Las operaciones militares
Sin duda, la actividad humana, especialmente la circulación por carretera, es una de las grandes amenazas para la especie. Las tortugas del desierto cubren largas distancias en busca de agua y comida y cruzan autopistas que atraviesan su territorio. También se sienten atraídas por los charcos que se forman en las carreteras durante las tormentas.
Por tanto, los conservacionistas les piden a los conductores que respeten los límites de velocidad y se aseguren de que no hay tortugas cruzando el camino, especialmente durante tiempo lluvioso. El traslado de los animales a otro hábitat podría ser el remate para la especie.
“Nuestro papel principal”, indica Hughson, “es proteger el hábitat de las tortugas de otras amenazas para mantener una población estable y, con suerte, lograr que aumente”. “Colaboramos con el Buró de Gestión de Tierras para colocar vallas en las carreteras que eviten impactos directos de los vehículos y reduzcan la mortalidad que se produce por atropellos”.
Por su parte, el ejército no descarta poder llevar a cabo su entrenamiento. El portavoz de la base de Twentynine Palms, el capitán Justin E. Smith, destacó en un mensaje de correo que la misión “no impactará de forma negativa a las tortugas del desierto”. Los infantes de marina “obedecerán todos los requisitos ambientalistas”, señaló.
La formación de agosto será a gran escala, con tres batallones, operativos con munición real y en una situación extrema de calor del desierto, precisó Smith. Expertos del USFWS y representantes de Infantería se sentarán a hablar para ver cómo esta “misión de guerra” se puede realizar sin que los soldados pongan sus botas o tanques sobre las tortugas.
By: bbc.com