¿Qué pasa en nuestro cerebro cuando nos sentimos agradecidos? Hasta hace unos días, no lo teníamos claro. Para encontrar la respuesta, un equipo de neurocientíficos de la Universidad del Sur de California recurrió a los escáneres IRMf (de resonancia magnética funcional) y a uno de los episodios más tristes y trágicos de nuestra historia: el Holocausto. A través del testimonio de los supervivientes del Holocausto, de las historias de cómo recibieron ayuda para escapar del horror, los investigadores consiguieron encender el sentimiento de gratitud en las 23 personas que pasaron por debajo del escáner.
Para el estudio se recogieron grabaciones de la fundación Survivors of the Shoah Visual History, establecida por Steven Spielberg un año después de estrenar La lista de Schindler. Tras enseñarles los documentales, los neurocientíficos pidieron a los voluntarios que se trasladaran a situaciones similares: “llevas semanas enfermo. Otro prisionero es médico, encuentra una medicina y te salva la vida”.
De este modo, los investigadores consiguieron mapear los circuitos del cerebro humano vinculados a la gratitud. Sus resultados revelan que sentirse agradecidos activa el córtex prefrontal medio, el córtex orbitofrontal y el córtex del cíngulo anterior. La gratitud está relacionada con las áreas del cerebro responsables de las decisiones morales, de que nos sintamos recompensados, de los juicios de valor subjetivos, de la equidad, de la memoria, de las decisiones económicas y de nuestra capacidad de autorreferencia.
Sentirse agradecido de la bondad de los demás nos ayuda a mantener un comportamiento social saludable, a generar vínculos sociales más fuertes, a tener una mejor salud mental, a ser más resilientes y a estar más satisfechos de nuestra vida. Dar las gracias también es señal de buenos modales.
By: es.gizmodo.com