Entrevista con los impulsores de ApGallery, cerca de Riaza (Segovia). Un poco más de felicidad para el visitante. Esa es la recompensa con la que el matrimonio de arquitectos Marta Maíz y Enrique Herrada se sentirían colmados por un empeño que comenzó hace 18 años y que hace poco que ha abierto sus puertas. Una galería que aúna arte y naturaleza y que, en un entorno precioso, invita a la reflexión y al diálogo.
ApGallery se sitúa en un pequeño pueblo segoviano, Martín Muñoz de Ayllón, muy próximo a Riaza, e inicia su andadura con una retrospectiva sobre el artista valenciano Amadeo Gabino (1922-2004). Una obra muy variada que permite contrastar el paisaje de la sierra de Ayllón con esculturas, grabados, pinturas y ‘collages’.
“La exposición bate toda su trayectoria artística bajo la tesis de que desarrolla sus obsesiones personales transgrediendo disciplina a disciplina”, explica Enrique, que recuerda el trabajo de su esposa junto a Gabino en una escultura en Pinto. “Fue algo muy fresco, muy directo”, asegura. La experiencia les recordó uno de los primeros proyectos de ambos al terminar la carrera: un mano a mano con Jorge Oteiza en Donosti que finalmente no vio la luz pero que marcó a fuego su presente.
“Él ya nos metió ese gusanillo en el cuerpo de relacionar el arte con el paisaje”, rememora Marta sobre unos meses de continua retórica y enseñanza junto a su paisano.
Un pasado que siempre estuvo ahí y que se materializó cuando decidieron convertir este pequeño pueblo en su casa de sosiego. Querían que, al menos los fines de semana, sus hijos pudieran criarse lejos de la ciudad y ahora ellos también participan de este proyecto de vida. Trajeron consigo sus saberes que, reconocen, se han visto ampliamente completados con todo lo que han aprendido con sus vecinos. Sea el porqué de los nombres de los lugares o la dirección de los vientos.
“Hemos conseguido que la gente del lugar se apropie de nuestra actuación y que los de fuera entiendan este lugar”, explican satisfechos. Ahora, la receta de la felicidad que apuntábamos al principio nos la describe Marta. El siguiente premio. “La sensación de sosiego amplifica la percepción de la belleza. Aquí llegas y tu mente se transforma. El lugar te da la suficiente paz para aumentar tu sensibilidad. Cuando sales de un sitio que es bello, que te da esa sensación de ánimo, te sientes un poco más feliz. Si conseguimos eso, que cada persona que se vaya se aquí esté un poco más feliz, estamos ya muy recompensados”.
‘Metales translúcidos’, de Amadeo Gabino. ApGallery. Martín Muñoz de Ayllón (Segovia). Más información de la galería y sus actividades en su página de Facebook. Hasta el 8 de diciembre. Entrada gratuita.
By: metropoli.com
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